Oftalmología Infantil y Terapia Visual
 Una
 buena visión en la infancia va a influir directamente en el proceso 
intelectual y educativo del niño. A menudo se plantea la cuestión de 
cuál es el mejor momento para que un niño sea explorado por el 
oftalmólogo. Si existe una anomalía ocular evidente o un signo de 
alarma, debe ser evaluado por un oftalmólogo independientemente de la 
edad. Otras veces, es la presencia de antecedentes familiares de 
problemas oftalmológicos los que indican la visita por el especialista. 
En general, los tres años de edad constituyen un momento ideal.
Una
 buena visión en la infancia va a influir directamente en el proceso 
intelectual y educativo del niño. A menudo se plantea la cuestión de 
cuál es el mejor momento para que un niño sea explorado por el 
oftalmólogo. Si existe una anomalía ocular evidente o un signo de 
alarma, debe ser evaluado por un oftalmólogo independientemente de la 
edad. Otras veces, es la presencia de antecedentes familiares de 
problemas oftalmológicos los que indican la visita por el especialista. 
En general, los tres años de edad constituyen un momento ideal. 
La 
ambliopía u "ojo vago" es una alteración funcional en que uno o ambos 
ojos no consiguen un adecuado desarrollo de la función visual. Se 
produce por interferencia de algún factor patogénico durante el período 
de desarrollo visual. Una causa común de ojo vago, o amblíope, es un defecto de refracción (miopía, hipermetropía o astigmatismo) no corregido.
La eficacia del tratamiento es mayor cuanto más precozmente se realiza. 
El 
tratamiento de la ambliopía es una rehabilitación visual del ojo u ojos 
amblíopes. Si hay un defecto de refracción debe ser corregido para que 
llegue una imagen nítida al cerebro. En los casos
 unilaterales debe realizarse una oclusión del ojo con buena agudeza 
visual, para permitir un adecuado desarrollo visual del ojo amblíope 
porque si no, a nivel cerebral, se establece el fenómeno de la 
"competencia", y siempre es eliminada la imagen menos nítida. La pauta 
de oclusión variará según la intensidad de pérdida visual, la edad del 
paciente y el momento del diagnóstico. Es fundamental igualmente la 
realización de un seguimiento adecuado hasta que exista un afianzamiento
 de la agudeza visual. Se recomienda que ante un antecedente de 
ambliopía, el tratamiento no debe abandonarse hasta los 10-12 años de 
edad.
¿Qué hacer si el niño rechaza el parche o a los padres le resulta dificultoso su aplicación?
L a
 terapia visual es una técnica basada en ejercicios visuales con la 
finalidad de solucionar las diferentes disfunciones susceptibles de 
mejora. Estas técnicas están encaminadas a optimizar las distintas 
habilidades visuales, tales como la convergencia, la divergencia, las 
capacidades de estimular o relajar el sistema de enfoque o la mejora de 
los movimientos de los ojos e incluso la mejora de los procesos de 
percepción visual.
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 terapia visual es una técnica basada en ejercicios visuales con la 
finalidad de solucionar las diferentes disfunciones susceptibles de 
mejora. Estas técnicas están encaminadas a optimizar las distintas 
habilidades visuales, tales como la convergencia, la divergencia, las 
capacidades de estimular o relajar el sistema de enfoque o la mejora de 
los movimientos de los ojos e incluso la mejora de los procesos de 
percepción visual.
La 
terapia visual se recomienda a todas aquellas personas (niños, jóvenes o
 adultos) que sufran alguna disfunción visual que con una prescripción 
óptica adecuada no se haya podido solucionar completamente. También está
 indicada para quienes presenten sintomatología asociada a cualquier 
tarea visual y que, en consecuencia, tengan un bajo rendimiento escolar o laboral.
El 
estrabismo es una alteración ocular caracterizada por la desviación del 
ojo, que normalmente están paralelos. Los seis músculos extraoculares 
que mueven cada ojo, deben trabajar juntos y coordinados. De esta manera
 se obtiene una visión binocular estereoscópica o en profundidad. El 
cerebro superpone en una imagen única la procedente de los dos ojos, 
logrando la percepción tridimensional. Pero si existe un ojo torcido o 
estrábico, la superposición de aquellas dos imágenes distintas crearía 
una confusión no tolerable. Se desarrolla entonces una defensa cerebral 
que consiste en suprimir la imagen menos definida (la del ojo torcido), 
quedando así expuesto dicho ojo a ser vago o amblíope. Además del 
aspecto motor o muscular, los ojos mantienen su paralelismo gracias al 
estímulo de fijación, presente a partir de los seis años de edad.
Aunque
 el estrabismo tiene un factor hereditario importante, cualquier causa 
que perturbe la buena percepción de la imagen puede también provocarlo. 
Es decir, una patología orgánica ocular (catarata, glaucoma) o cualquier defecto de refracción (gafas).
La 
corrección quirúrgica de un estrabismo se hace necesaria cuando los 
métodos precedentes fallan total o parcialmente. El método implica la 
debilitación por recesión y el reforzamiento por resección de los 
músculos afectados.
La
 inyección de tóxina botúlinica supone un gran avance como tratamiento 
alternativo en el estrabismo y parálisis oculomotoras. Es una técnica 
más fácil, de más rápida ejecución, se realiza de forma ambulatoria y es
 de importante ayuda diagnostica facilitando el tratamiento.
 
 
 
 
 
          
      
 
  
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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